Iba camino a Marte cuando vi a la muñeca rota. Estaba sentada sobre una enana blanca, con su mirada triste grabada en ojos de porcelana. Su vestidos de brocado y terciopelo se perdieron en mis recuerdos, removiendo la herida de mis Navidades perdidas.
(goza con mi tormento)
(me detuve...)
(debo tomar aliento)
Por un instante me pareció ver a esta muñeca rota en busca de un recuerdo. Pero luego de un segundo, se hizo polvo...
(quebró este recuerdo)
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Así no se puede, joder!
(...)
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