Monday, January 07, 2008

American Pie


Muchas veces se confunde el enamoramiento con el amar. Lo primero es un sentimiento, una sensación pasajera condenada a morir envenenada por el tiempo y la rutina. Lo segundo es una decisión, algo basado en la propia voluntad, el sustento real que justifica el matrimonio con su "...hasta que la muerte los separe".

Cuando dos seres solitarios se encuentran y bajan la barrera que los separa, y súbitamente se vuelven íntimos, se siente algo increíble. Lo que alimenta esa sensación es la curiosidad mutua... cuando la intimidad pierde su naturaleza milagrosa, cuando la novedad pasa, cuando la desilusión cae, pos todo se pudre y se corta la leche.

El amor es la empresa más frecuente, y es la que más fracasa.

La base de este problema tiene que ver con considerar el amor como un objeto y no como una facultad humana. Las personas se arreglan, hacen deporte, adquieren poder, tratan de ser inofensivos y cooperadores, caer bien, todo con la idea de volverse dignos de amor...

Nos convertimos en mercancias, nos asignamos valores, y con eso en mente tratamos de adquirir mercancias que tengan un valor similar al nuestro. Todo se reduce a un negocio, como si el capitalismo penetrara también en nuestro núcleo humano.


Viendo las cosas así me siento algo estúpido y aliviado. Las tantas mujeres que me rechazaron lo hicieron porque no les parecí digno, porque no... je, porque no les provocaba un click en el corazón.

¿Qué diablos se habrán creido? Cada persona es un fin en si mismo, no existe ningún motivo capaz de justificar que una persona use a otra para su beneficio. Que esperen felices a sus principes azules, que tarde o temprano se darán cuenta de su error.

Deberían preguntarse cosas como:
Amo porque me aman o me aman porque amo?
Te amo porque te necesito o te necesito porque te amo?

El amor no es un objeto que se busca o se encuentra, es un poder humano que debe cultivarse con ternura y paciencia.


Todo esto de los trabajos voluntarios me ha hecho dudar. Una de las cosas que siempre tengo en mente es no ayudar a menos que pidan mi ayuda. Simplemente, hay personas que no quieren ser invadidas.

(pensé en escribir "hay personas que no quieren ser salvadas", pero suena maaaal)

Ayudar para sentirse mejor con uno mismo, para conocer nuevas personas, para crecer personalmente, para dejar la huella en el mundo ¿No suena un tanto egoista?

Para que ir tan lejos a ayudar a la gente pobre? Los culpables son el capitalismo, el gobierno, la apatía, Bill Gates, qué se yo...


Y aunque despotriquemos contra todo el mundo, nada cambiará con palabras y quejas.


La diferencia entre el pobre y el rico va más allá de lo material, tiene que ver con el deseo de dar. El pobre de espiritu ve el "dar" como un sacrificio, como algo que se debe hacer, como un sacrificio personal, como una molestia que ojala pudiera evitarse.

Por otro lado, hay un fenómeno muy curioso: el pobre que da. Es increible la dicha que sienten los hogares humildes cuando, a pesar de no tener mucho dinero, tienen un invitado a comer. Esto es porque miran el "dar" no como un sacrificio, sino como una demostracion de la propia vitalidad. Ven sus regalos como algo valioso y sienten que reparten dicha al entregar el fruto de su trabajo a otras personas.

Dar deja de tener la finalidad de recibir, y se transforma en un fin en sí mismo.

Después de todo, el secreto para ser amado es muy simple: consiste en amar.


Tanta teoría sobre el amor y tú tan lejos, niña. Hay muchas cosas que no entiendo. Vuelve pronto y ahórrate el llanto; una sonrisa suele ser más productiva. Las lágrimas no solucionan mucho y de verdad que me hacen sentir como un cerdo troglodita >.<

1 comment:

Andarilho said...

no que las làgrimas vienen de otro lado distinto al nuestro...?