Es el jugo de piña tomado a las 5 de la mañana.
De una buena vez empezó febrero con su bailecito extraño, danzando sobre el cuerpo putrefacto de un enero improductivo, con movimientos pélvicos que obligan a replantearse las cosas, y a descansar entremedio de las suculentas caderas de mi almohada.
Ñe... cuantas veces me he sentido así?
Claro... al menos Miguelito tiene el valor de hacer sus descargos.
¿Y enero improductivo?
No, digamos que fue la antesala de grandes acontecimientos.
Pero dentro de un mes, y massomenos, comenzarán las clases y de vuelta a lesear con la rutina...
Siempre pasa que en los últimos dias de vacaciones descubro algo genial en donde invertir mi tiempo.
Pero entonces, time's over.
Calendario estúpido, no hace más que comer tiempo y cada día está más flaco...
Man... se puede salir a la calle, y esperar sentado a ver si la vida te puede dar algo?
La película del otro dia (yeah, con escenas adúlteras de sexo adolescente) hablaba de las fantasías. "Cuidado con lo que deseas" va porque estamos condenados a no querer nuestros deseos una vez que se han hecho realidad.
A veces es más entretenido planificar la fiesta, que la fiesta en sí.
Conquistar a una mujer, que estar con ella toda una eternidad.
Que la felicidad está en la búsqueda de felicidad, más que en la felicidad misma.
Ñe... that's insane.
Quizá por eso mis fantasías son tan fantásticas. Mirá qué loko: conseguir a un perro que no cague, estar con una chica dispuesta a satisfacer todos mis deseos (y que no cobre, claro), o continuar mis estudios fuera del pais y casarme con una chica extranjera que domine el
chino-mandarín a la perfección...
No... hay cosas que realmente no tienen que ser.
O esperar a que me saluden por teléfono, o esperar mails cordiales... o que tomen la iniciativa al hablar por msn...
Ya tendrán su merecido cuando sea un señor muy ocupado para atenderlos, cabrones!
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