Monday, February 19, 2007

I should have known again



Un recuerdo de verano.

Dos palabras: Jennifer Lopez. Una canción: Waiting for Tonight.
La imagen: Jenny cantando dentro de un estadio lleno, toda curvy, con minifalda.

El momento: una tarde de ocio tirado en el sofá, escuchando música. Soñando.

Soñando que ella está con otro.

Así de simple.

Ella está con otro, y yo sigo solo. Pero al final del sueño estamos juntos en medio de una fiesta karaoke, llena de gente extraña.

El más extraño de todos toma el micrófono y canta:

"Do you really want to hurt me? Do you really want to make me cry?"

El tipo derrama una lágrima porque de verdad lo hicieron pedazos.

Y justo entonces aparece un nuevo personaje: una quinceañera ABC1 de piel tan lisa que asusta.

Yo también fui así de joven...

Yeah... en ese entonces yo era un mozalbete de 16 años. Tenía que demostrarle a esos enanos que era el mejor... después de todo, era el más viejo del grupo y por ende, un lider en potencia. Tomé su balón de fútbol y lo mandé a volar de una patada. Los chicos quedaron asombrados, con la boca abierta, admirando el poder que otorga la edad.

Por mi lado sentí que el muslo se me partía en dos. Un dolor desgarrador casi me bota al piso... pero no, ni loko, me lo tragué todo y puse mi mejor sonrisa de ganador.

Los chicos comenzaron a respetarme. Mi reinado comenzó ese día.

A cambio estuve cojeando por meses.

Cojear, coja, claudia, claudicación, claudicación intermitente.

Y el doc Morales enojado porque ni yo ni la interna le dijimos las 5 p's de la enfermedad arterial oclusiva.
(para los curiosos: palidez, paresia, parestesia, pulsos disminuidos, and pain)

Mejor vuelvo a la quinceañera de corte kudai. Parecía sacada de alguna película gringa o de algún libro de siquiatría: calzaba perfectamente con los estereotipos del mercado. Sólo atiné a guardar silencio mientras la admiraba con desconcierto, anotando mentalmente cada detalle.

La forma de hablar, su afán por no comerse toda la comida, su conocimiento musical, su vocabulario pseudo-anglo, sus gustos por música popera-depresiva-adolescente-furiosa y solitaria....

Es que de verdad no se daba cuenta?

Al menos se dio cuenta de algo. Dijo que mi forma de ser era muy "heart-broken".

Yeah, maybe... antes no era así.

A lo mejor yo tampoco me quiero dar cuenta. Queriendo ser distinto terminé como todos los demás.

Mi querida Mafalda diría: "Otro cualquiera de los que dicen no querer ser unos cualquiera"

Un chico anónimo confesó: "Todos los días me pregunto qué estoy haciendo aquí, y si alguien más sentirá lo mismo."



(ahí está su respuesta)

Con el corazón en mano y con el celular palpitando, busqué su teléfono y la llamé. Quería saber si la invitación seguía en pie.

Sólo eso. No tenía malas intenciones. Nunca las tengo.

Antes de llamarla pensé. Me sinceré. ¿Que mierda quieres, chico? ¿Que estás buscando?.

¿Otra vez con ilusiones?

¿Y que vas a decir esta vez?

Marqué el numero y pulsé el botón rojo.

El teléfono sonó tu-tu un par de segundos. De pronto contesta alguien.

Perdí el aliento.

Suena una grabadora: "Nuestro cliente tiene su teléfono móvil apagado, o se encuentra temporalmente fuera del área de servicio"

Coño... esas cosas nunca pasan en las películas.

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