Como de costumbre la tentación es mucho mas fuerte que mi débil carne. Así que aquñi me tienen, en un cibercoffe.
Es que Valvidia es una ciudad tan bonita... Estoy enamorado. Me enamoré de sus calles atravesadas por pacíficos ríos, de su gente generosa y gentil (salvo ciertas excepciones ¬¬), enamorado hasta el tuétanos de su deliciosa cerveza, de los prados, y de la bucólica Universidad Austral.
Quiero pedir un traslado.
Quiero venir a vivir aquí.
Quiero estudiar cobijado a la sombra de estos paisajes tan bonitos
Es la cuidad que siempre quise...
Naaa... siempre ando con esos sueños y fantasías, y al final terminan en nada.
Veamos si pasa lo mismo.
2 comments:
Y la foto?
Nosotros no hemos ido a Valdivia! Yo quería conocerla ¬¬
Oye, no termines antes de empezar, así es como todas las ilusiones no se tornan más que eso y despues no serán sueños por cumplir sino meras ilusiones en la cabeza producidas por algún delirio errante.
Bueno otras cosas también comienzan así...
Valdivia es un espejo!
Cuando nos apaxionamos con toda esa simplicidad, es porque todas esas calles, rios, prados, paisajes, nos pertenecen, nos habitan. Duermen tibios y dulces en nuestra propia almohada...hummm.
Todabía está el restorant "La Bomba"?
Abraços! y continue viviendo.
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