El otro día quise mezclar fantasía con realidad: le robé una idea a Bolaño. Si les interesa, el relato está ad integrum en una edición del The Clinic (ésa donde Michelle sale disfrazada de Yolanda Cachando).
Fui a dar al CENI, un edificio perdido dentro de la ciudadela USACh. Allí la entrada tiene una puerta futurística que se abre cuando alguien se acerca. En otra época alucinaba con esos aparatos. Ahora, hasta el supermercado más indigno tiene una puerta autómatica.
¬¬
Dejemos de lado el tema de la prostitución tecnológica y vayamos a lo mío. Me puse en frente de la puerta. Esperé un rato y se cerró. Caminé lentamente, muy lentamente, como si estuviera protagonizando alguna pelicula de suspenso. El arte ninja adquirido con años de animé y videojuegos salió a la superficie.
Llegué hasta el vidrio de la puerta. La muy tonta no se abrió.
Dejé marcado un garabato con el dedo.
Cool, no?
No?
Y ahora, qué?
2 comments:
Jajaja, yo siempre quise hacer eso. Pero ya que lo hiciste, te cuento que mi hipótesis es que si tienen un sensor de movimiento, está éste apuntando hacia una dirección donde el espacio circundante inemdiato al vidrio no es detectada. Por ende, todo lo que se mueva inmediatamente al lado de este vidrio no activará el movimiento automático de la ùerta.
Sí, una vez más quitándole la ilusión a la gente xDDD.
Oye, no todos los supermercados tienen eso, los de V.A. no tienen, hasta el más grande tiene puertas normales... Menos mal que no me siento parte de este pueblo xD.
Cariños;
Carolina.-
Hey! Lo hice caminado de frente hacia la puerta. Ése era el desafio.
Intentar por el lado es como fome, la idea era ir en contra de lo establecido.
^^
Meh... qué exagerado.
Anyway,
Que te vaya bonito!
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